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¿Qué práctica de yoga tomar según tu cuerpo y tus necesidades?

Dicen que hay tipos de yoga como personas en el mundo. Por esto, no es difícil confundirse al momento de elegir qué práctica tomar. Si tu objetivo es desarrollar tu flexibilidad, trabajar tu resistencia física o estás buscando tu equilibrio, habrá un método de yoga para ti.

El nacimiento del yoga es tan remoto que no se puede determinar con claridad ni exactitud una fecha. Sin embargo, muchos historiadores calculan su inicio o la primera popularización del yoga hace unos 5.000 años en el Valle del Indo, donde la civilización Harappa, bastante avanzada para la época, lo practicaba.

En sánscrito, la lengua clásica de la India, yoga vendría de la palabra «yug» que quiere decir unir, conectar, alinear y «ga» o «ghan», que significa “proceso”. Desde su etimología, el yoga consiste en alinearnos con nuestro yo y nuestro entorno, la naturaleza.

Originalmente, el yoga es una práctica religiosa y un sistema filosófico ancestral de la India. Sin embargo, ha existido por tanto tiempo que, en su occidentalización, ha incorporado a quienes llevan a cabo una búsqueda más espiritual como a quienes no.

Danilo Hernández, practicante formado en India, en su libro “Claves del yoga”, define el yoga como un conjunto de técnicas físicas y mentales aplicadas al desarrollo integral del ser humano. En este sentido, sus orígenes surgen desde la espiritualidad, pero no excluyen a quienes se acercan buscando crear un cambio en su vida.

Y es que la velocidad del mundo de hoy genera que todo ocurra muy rápido, casi nadie descansa lo suficiente, muchos se sobrecargan de responsabilidades y varios optan por guardarse emocionalmente las situaciones desagradables de su cotidiano. Este tipo de tendencias provocan que nuestro organismo se sature y, si no hacemos algo al respecto, colapse.

Lo bueno es que con el tiempo la práctica de Yoga se ha alejado paulatinamente de su lado esotérico para convertirse en una disciplina valiosa para ejercitar nuestro interior y exterior. Tanto así, que se ha transformado en una práctica reconocida como una herramienta terapéutica valiosa en el tratamiento de numerosas patologías, de hecho la investigación y publicación de experiencias exitosas en diversos países ha contribuido a que, en la actualidad, el yoga se utilice como una práctica complementaria en el tratamiento de diversos trastornos, incluso el de las adicciones.

Existen tantos tipos de yoga como razones para practicarlo, por lo que a continuación te recomendamos los principales. Si bien todas son aptas para cualquier persona, el objetivo es tener una idea en el momento de elegir en qué clase vas a participar.

Hatha Yoga

Según la revista Yoga Journal, el 50 % de las personas que practican yoga, lo hacen para mejorar su salud. Si crees que esta opción te representa, pues no has creado el hábito de ejercitarte o estás alejado del trabajo físico, el Hatha Yoga es una buena forma de acercarte a esta disciplina.

No es que vayas a dejar de sudar, de hecho, al contrario. El Hatha Yoga pertenece al yoga de las asanas, es decir, de las posturas. En Occidente, la práctica del yoga se asocia principalmente con el Hatha, y es que en ella trabajas con tu cuerpo físico, haces las posturas con una respiración adecuada y oxigenas tus órganos, así liberas toxinas y trabajas tu columna vertebral. De esta forma beneficias tus órganos, aparatos y sistemas fisiológicos, y luego, por consecuencia, ayudas a tu mente, favoreciendo la concentración, interiorización y control.

Es ideal para: primerizos, niños, personas sedentarias, adultos mayores.

Ashtanga Yoga

Ashtanga, en sánscrito, quiere decir “ocho ramas”, que fueron los elementos del yoga descritos por Patanjali (autor del Yoga-sutra, textos fundacionales del yoga). Por ello, el yoga desde una perspectiva clásica es siempre ashtanga.

Las ocho ramas, refieren a ocho etapas o pasos de la práctica, a través de las cuales se puede alcanzar el estado del yoga, es decir, unión entre cuerpo, mente y espíritu. De estos pasos, el tercero tiene relación con las posturas y el cuarto con la respiración. El resto son códigos morales, purificación personal, control sensorial, concentración, meditación y contemplación.

Los textos de Patanjali son reconocidos por todas las escuelas de yoga y son la fuente de todas las obras posteriores, como por ejemplo, el Hatha Yoga. Sin embargo, a diferencia del ritmo más pausado del hatha, el ashtanga se basa en posturas y movimientos fluidos, ligados a la respiración.

En ashtanga cada postura está diseñada con un número determinado de movimientos y respiración. Un alumno avanzado podrá enlazar su postura siguiendo fielmente el ritmo de sus respiraciones y movimientos. Sin embargo, no es realmente importante aprender las series más avanzadas lo más rápido posible, pues normalmente se enseña y practica en estilo Mysore, es decir, que cada estudiante se mueve en la práctica a su propio nivel y ritmo. 

El objetivo real de esta rama del yoga es mantener la concentración interna por medio de la práctica. Es por eso que la práctica diaria o regular es altamente enfatizada en Ashtanga Yoga.

Ashtanga es ideal para personas con buen estado físico, para quienes ya han practicado yoga con anterioridad o quienes desean practicar yoga metódicamente

Kundalini Yoga

Todas las disciplinas de yoga pueden ser practicadas, sólo se necesitan las ganas. En esta rama se intensifica el objetivo primario del yoga: despertar el kundalini, es decir, la energía pránica (vital) que se encuentra en la base de la columna vertebral.

Kundalini yoga trabaja el sistema físico, emocional y espiritual de los participantes, involucrando en muchas ocasiones cantos y mantras. Si bien el Kundalini Yoga tiene su origen en lo devocional y espiritual, como todas las ramas del yoga, acoge a quien guste acercarse a su práctica . Esto incluye a personas con movilidad reducida o discapacidad motora, a personas con síndrome de down, sordos, no videntes, aquellos que padecen fibromialgia e incluso ha entregado resultados positivos en el tratamiento de mujeres con trastornos alimenticios.

A través de la práctica de posturas en combinación con la respiración, cierres energéticos (bandhas) y mudras, el kundalini busca abrir y equilibrar los chakras para prevenir y sanar dolencias físicas y emocionales.

Si buscas experimentar la práctica de la India antigua más allá de los aspectos físicos, conectándote con el poder del yoga y tu energía vital, esta opción es muy recomendable.

Iyengar Yoga

Este tipo de yoga fue creado por el gurú B.K.S. Iyengar en India. Su sistema utiliza cerca de 200 posturas tradicionales y 14 ejercicios de respiración, enfocándose en la alineación del cuerpo.

“Con el yoga lo que hacemos es reeducar, reactivar y estirar la musculatura y flexibilizar las articulaciones”, explica Gustavo Ponce, maestro de yoga pionero en Chile en entrevista a la BBC.

A lo largo de su vida, Iyengar desarrolló una manera particular de acercamiento a la práctica física de Yoga (asanas). Esto es lo que hoy llamamos “Método Iyengar”. “Este maestro desarrolló un sistema de yoga que es lo más parecido a un tipo de fisioterapia”, comenta Ponce, quien estudió 20 años con él.

“Él era un genio de la fisioterapia y lo que buscó fue tratar de recuperar la simetría a pacientes con problemas físicos, aunque también con otro tipo de padecimientos como insomnio, asma o ansiedad… Para ello se servía de ciertos movimientos, con el fin de tratar de volver al paciente a su centro, de alinearlo. Ésa es la base, el alineamiento equilibrado entre músculo y esqueleto”, comenta.

Mantra-Yoga

Este tipo de práctica se centra, en líneas generales, en el sonido; defiende que todo aquello que hay dentro y fuera de nosotros es vibración o sonido. Estos elementos se transforman en un canal para llegar a estados altos de conciencia y así preparar la mente para lograr una meditación perfecta.

En el mantra yoga se busca unificar la conciencia por medio de la recitación y el canto, en el que su base es la contemplación de ciertos sonidos conocidos como “mantras”, estos mantras nos ayudarían a purificar todo tipo de vibraciones negativas. 

¿Ganas de limpiar tus energías y acercarte al yoga? Mantra yoga es la opción ideal.

Vinyasa Yoga

La traducción del término sánscrito “vinyasa” es “sincronización del movimiento sobre la respiración”, lo que nos da una idea sobre cómo funciona este tipo de yoga. El vinyasa es un derivado del hatha, sin embargo, se distingue de éste por su creatividad y libertad, ya que no se impone ninguna postura, lo que explica su éxito entre quienes no estaban familiarizados con el yoga.

En el Yoga Vinyasa se realiza una meditación en movimiento en la que se sincroniza la respiración: durante una práctica, el instructor continuamente da las instrucciones para los movimientos indicando si deben hacerse en inhalación o en exhalación. 

En vinyasa se practica a un ritmo mucho más rápido que el hatha. Sudarás, perderás gran cantidad de agua debido al sudor, a pesar de eso te sentirás lleno de energía y, a la vez, harás que tu organismo elimine sus toxinas.

Vinyasa yoga trabaja prácticamente todos los músculos del cuerpo y los órganos internos, favoreciendo también la actividad cardiovascular

Ideal para personas que buscan flexibilizar sus músculos, fortalecer sus huesos y mejorar su respiración.

María Graciela López
Fotografía: Éder Araújo