Introducción al posicionamiento online
Una de las formas más utilizadas por el marketing digital para dar a conocer nuestra empresa es el posicionamiento online que realicemos de ella. A grandes rasgos, consiste en la indexación de nuestro producto o servicio dentro de las primeras posiciones de los resultados que arroje un determinado buscador a la hora de ingresar en él alguna frase o término que guarde relación con la idea que queramos popularizar entre nuestros potenciales clientes. Para ello, debemos diferenciar dos conceptos que son pilares fundamentales dentro de esta arista de la mercadotecnia digital y que a continuación te mostramos.
El primero de ellos es el SEO o Search Engine Optimization, por su nombre en inglés. Consiste en la inserción de nuestra empresa dentro de los primeros lugares de buscadores como Google, pero utilizando al respecto una serie de técnicas que lograrán este fin, pero sin pagar por ello a la página de nuestra elección. Estos resultados se conocen como orgánicos o naturales dada su característica de ser gratuitos, logrando los objetivos que nos planteemos sólo mediante el conocimiento de los procesos algorítimicos de cada página, que no son más que las operaciones matemáticas que cada buscador realiza para ordenar las páginas que mostrará tras cada búsqueda realizada, siguiendo una serie de criterios entre los que destacan la relevancia de los contenidos, la popularidad de nuestra página web y, además, la facilidad de rastreo del sitio en cuestión.
Para lograr que esta alternativa funcione, no sólo debemos tener una página web diseñada de forma amigable, de modo tal que sea fácilmente indexable a un buscador, sino que también debe ser clara y rápida a la hora de desplegar sus opciones. Asimismo, debemos hacer un buen trabajo escogiendo cuáles serán los términos que deseamos asociar a nuestra empresa y, además, estar atentos a la retroalimentación que podemos conseguir de los primeros resultados que obtengamos, de modo tal de modificar los patrones inexactos y agregar todos aquellos que en un primer momento desechamos pero que nos servirán para conseguir clientes de mejor forma.
En segundo lugar nos encontramos con el Search Engine Marketing o SEM, conocida en español como mercadotecnia en motores de búsqueda. Esta alternativa también consiste en los esfuerzos realizados para lograr que nuestro servicio se encuentre en los primeros resultados que arroje un buscador online, diferenciándose del SEO en que en este caso tendremos que pagar para lograr nuestras metas de posicionamiento. Por ejemplo, al momento que una persona ingrese en una página como Google un concepto que pueda tener relación con nuestro producto, dicha web no sólo entregará resultado ordenados por relevancia, sino que, antes de ellos, mostrará resultados patrocinados al inicio de la página, por lo que las posibilidades que una persona ingrese a ellos y decida contratarnos serán mayores.
Asimismo, la forma de pago por esta forma de marketing es conocida como PPC o Pago por Clic, es decir, sólo se nos cobrará cuando una persona ingrese a nuestra página por este medio. Es una alternativa relativamente económica, dado que no estaremos desembolsando dinero por simplemente aparecer en una búsqueda, sino que ello sólo se hará cuando el potencial cliente ingrese en nuestro sitio web.
Pues bien, cualquiera de estas opciones que utilices, debes considerar que entre ellas no existe ninguna relación, por lo que cada visita obtenida mediante el sistema de SEM no afectará a tus posibilidades de subir en la lista de búsquedas al SEO, sistema que, si bien se torna un poco más complicado en un inicio, podría ayudarte a posicionar de mejor forma a tu empresa y, de este modo, hacerla crecer rápida y eficazmente.